El Libro de Enoc
Capítulo 1
1 Palabras de bendición con las que bendijo Enoc a los elegidos justos que
vivirán en el día de la tribulación, cuando serán rechazados todos los malvados
e impíos, mientras los justos serán salvados.
2 Enoc, hombre justo a quien le fue revelada una visión del Santo y del cielo
pronunció su oráculo y dijo: la visión del Santo de los cielos me fue revelada
y oí todas las palabras de los Vigilantes y de los Santos y porque las escuché
he aprendido todo de ellos y he comprendido que no hablaré para esta generación
sino para una lejana que está por venir.
3 Es acerca de los elegidos que hablo y a causa de ellos que pronuncio mi
oráculo: el Único Gran Santo vendrá desde su morada
4 El Dios eterno andará sobre la tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con su
gran ejército y surgirá en la fuerza de su poder desde los alto de los cielos.
5 Y todos los Vigilantes temblarán y serán castigados en lugares secretos y
todas las extremidades de la tierra se resquebrajarán y el temor y un gran
temblor se apoderarán de ellos hasta los confines de la tierra.
(St 2:19)
6 La altas montañas se resquebrajarán y derrumbarán y las colinas se rebajarán
y fundirán, como la cera ante la llama.
7 Y la tierra se dividirá y todo lo que está sobre la tierra perecerá y habrá
un juicio sobre todos.
8 Pero con los justos Él hará la paz y protegerá a los elegidos y sobre ellos
recaerá la clemencia y todos ellos pertenecerán a Dios, serán dichosos y
benditos, los ayudará a todos y para ellos brillará la luz de Dios.
(4Es 2:35)
9 Mirad que Él viene con una multitud de sus santos, para ejecutar el juicio
sobre todos y aniquilará a los impíos y castigará a toda carne por todas sus
obras impías, las cuales ellos han perversamente cometido y de todas las
palabras altaneras y duras que los malvados pecadores han hablado contra Él.
(Dt 33:2; Judas 14-15)
Capítulo 2
1 Observad todas las cosas que ocurren en el cielo, cómo las luminarias del
cielo no cambian su ruta en las posiciones de sus luces y cómo todas nacen y se
ponen , ordenadas cada una según su estación y no desobedecen su orden.
(Ac 17:26,25)
2 Mirad la tierra y presta atención a sus obras, desde el principio hasta el
fin, cómo ninguna obra de Dios sobre la tierra cambia, y todas son visibles
para vosotros.
3 Ved las señales del verano y las señales del invierno, cómo la tierra entera
se llena de agua y las nubes rocían la lluvia sobre ella.
(Mt 16:3; LC 12:54-57)
Capítulo 3
1 Observad y ved cómo todos los árboles se secan y cae todo su follaje; excepto
catorce árboles cuyo follaje permanece y esperan con todas sus hojas viejas
hasta que vengan nuevas tras dos o tres años.
Capítulo 4
1 Y otra vez observad las señales del verano, cómo en Él el sol quema y
rescalda y entonces sobre la superficie ardiente de la tierra buscáis sombra y
refugio del ardor del sol, sin encontrar forma de marchar ni por el suelo y ni
por las rocas, a causa del calor.
Capítulo 5
1 Observad y ved todos los árboles, cómo en todos ellos despuntan las hojas
verdes y los cubren y todos sus frutos son para adorno y gloria, Ensalzad y
considerad todo estas obras y sabed cómo el Dios vivo, el que vive eternamente,
Él ha hecho todas esas cosas.
2 Cómo todas sus obras prosiguen de año en año hasta siempre y todas le
obedecen sin alteraciones y todo pasa como Dios lo ha estatuido.
3 [Y ved como los mares y los ríos de igual forma cumplen y no cambian sus
tareas, según los mandamientos de Él.]
4 Pero, vosotros cambiáis sus tareas y no cumplís su palabra y en cambio la
habéis transgredido y habéis ultrajado su grandeza con palabras altaneras e
hirientes de vuestra boca impura. Duros de corazón, ¡no habrá paz para
vosotros!
5 Por ello maldeciréis vuestros días y los años de vuestra vida se perderán;
pero los años de vuestra destrucción se multiplicarán como una maldición
eterna, y no habrá misericordia ni paz para vosotros.
6 En esos días vuestros nombres significarán maldición eterna para todos los
justos y en vosotros serán malditos todos los malditos y por vosotros jurarán
todos los pecadores y malvados.
7 Para los elegidos habrá luz, alegría y paz y heredarán la tierra, pero para
vosotros impíos habrá maldición.
(Sal 37:11; Mt 5:4)
8 Y entonces la sabiduría se dará a los elegidos y vivirán todos, y no pecarán
más ni por olvido ni por orgullo, sino que en cambio los que sean sabios serán
humildes
9 No transgredirán más ni pecarán el resto de su vida, ni morirán por el
castigo o por la ira divina, sino que completarán el número de los días de su
vida. Su vida será aumentada en paz y sus años de regocijo serán multiplicados
en eterna alegría y paz por todos los días de su vida.